- Juan Rodríguez Freyle:
- Fragmentos de la obra “El Carnero”
Antes de la llegada de Gonzalo Jiménez, los chibchas vivían en pleno feudalismo, como dice Restrepo Tirado. Los señores chibchas vivían guerreando entre sí y debilitándose hasta que el núcleo central fue recogiéndose en las altas mesetas, acosado por las invasiones de los caribes. En este estado, el zipa Saguanmachica, un guerrero ambicioso y audaz, acometió la reconstrucción del imperio dominando a los otros señores chibchas de los pequeños dominios y arrebatándole al zaque de Tunja la supremacía que todavía gozaba sobre los demás pueblos. Saguanmachica fundó una dinastía imperialista. Inició la serie de conquistas más hábiles, dirigidas a realizar la unidad chibcha bajo la mano de los zipas, lo que era ya inminente a la llegada de Quesada
Afrontados los dos campos, dieron luego muestras de venir al rompimiento de la batalla: la noche antes del día que pretendían darse la batalla se juntaron sus sacerdotes, jeques y mohanes, y trataron con los señores y cabezas principales de sus ejércitos, diciendo cómo era llegado el tiempo en que debían sacrificar a sus dioses, ofreciéndoles oro e inciensos, y particularmente correr la tierra y visitar las lagunas de los santuarios, y hacer otros ritos y ceremonias; y para que se entienda mejor, los persuadieron que era llegado el año del jubileo, y que sería muy justo cumpliesen con sus dioses primero que se diese la batalla, y que para podello (poderlo) hacer, sería bueno asentase treguas por veinte días o más. Propuesto lo dicho, no fue más dificultoso acabarlo con los dos campos, que, consultados, asentaron las treguas.
- Sor Juana Inés de la Cruz
- Fragmento “Primero sueño”
el fugitivo paso,
y —en su mismo despeño recobrada
esforzando el aliento en la ruina—
en la mitad del globo que ha dejado
el Sol desamparada,
segunda vez rebelde determina mirarse coronada,
mientras nuestro Hemisferio la dorada
ilustraba del Sol madeja hermosa,
que con luz judiciosa
de orden distributivo, repartiendo
a las cosas visibles sus colores
iba, y restituyendo
entera a los sentidos exteriores
su operación, quedando a luz más cierta
el Mundo iluminado, y yo despierta.
- Fragmento “Hombres necios que acusáis”
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
- Fragmento “Este amoroso tormento”
que en mi corazón se ve,
sé que lo siento y no se
la causa porque lo siento.
Siento una grave agonía
por lograr un devaneo,
que empieza como deseo
y para en melancolía.
Y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.
- Francisca Josefa del Castillo
- Fragmento “Deliquios del divino amor en el corazón de la criatura, y en las agonías del huerto“
Del amante que estimo,
Miel y leche destila
Entre rosas y lirios.
Su melíflua palabra
Corta como rocío,
Y con ella florece
El corazón marchito.
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